Daniela Carbone la azafata de Aerolineas Argentinas detenida.
En un nuevo Informe sobre Delitos e Inseguridad, desarrollado por la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados, que analiza casos de la justicia Federal, la justicia Nacional de Instrucción en lo Criminal, más los casos de los Tribunales de Morón, San Isidro, Lomas de Zamora, La Matanza, San Martín, Moreno y jurisdicciones del Interior del país; quedó acreditado que 2023 se ha convertido en un año pletórico de amenazas de bomba, con 120 episodios denunciados en los tribunales y al menos 30 detenidos. Muy lejos de 2022, cuando solo hubo 40 casos en todo el año."Hace unas horas fue detenida Daniela Carbone, una azafata de Aerolíneas Argentinas que el 21 de mayo de 2023, perpetró una amenaza de bomba en el vuelo AR1304 de Aerolíneas Argentinas con destino a Miami. 'Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos'. La amenaza puso en marcha un dispositivo de seguridad que obligó a revisar de arriba a abajo el avión y atemorizó a los tripulantes. Tras comprobar que la amenaza era falsa, el vuelo salió con más de siete horas de retraso. Una semana después, los detalles de la investigación en curso parecen el guion de una serie de Netflix", dijo Javier Miglino. abogado experto en Seguridad.LA DETENCIÓN:
"El domingo, la policía detuvo a una azafata de la aerolínea, Daniela Carbone, de 47 años, como presunta autora de la amenaza. Fue a buscarla por orden judicial al lugar donde había empezado todo, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La principal hipótesis de la justicia es que Carbone actuó por despecho, como forma de vengarse contra uno de los tripulantes de la aeronave con el que había mantenido una relación sentimental hasta hacía poco", dijo Miglino.
"La Señora Carbone se negó a declarar este martes ante el juez a cargo de una causa penal donde se enfrenta a los cargos de intimidación pública, entorpecimiento de los servicios públicos y coacción agravada. Fue trasladada a la cárcel de mujeres de Ezeiza", dijo Miglino.
LA INVESTIGACIÓN:
"Los investigadores rastrearon el origen de los audios intimidatorios hasta llegar al celular prepago de la hija de Carbone. La autora de la amenaza usó un popular programa para distorsionar su voz. Entre las advertencias proferidas, le dijo al piloto que 'sabía a qué colegio' iban sus hijas", dijo Miglino.
LA PALABRA DE LAS COMPAÑERAS DE CARBONE:
"Dejó en shock a todos los compañeros y a la gente que la conocía”, cuenta por teléfono una empleada de Aerolíneas Argentinas que había coincidido en vuelos con Carbone. Según sospechan compañeros de la azafata, lo que habría desatado su ira fue enterarse que su expareja viajaba con otra mujer a Miami y pasarían juntos allí el descanso que brinda la compañía de tres días corridos", dijo Miglino.
"Aerolíneas Argentinas sufrió una pérdida superior al millón de dólares entre el operativo de evacuación de los pasajeros y la reprogramación de la salida hacia Miami", dijo Miglino.
AMENAZAS DE BOMBA EN COLEGIOS DE BUENOS AIRES, EN COLEGIOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, MINISTERIOS, COMISARÍAS, SECRETARÍAS y TRIBUNALES:
"La Ciudad de Buenos Aires anunció hace unos días que denunciaría a los responsables de las amenazas de bomba en las escuelas porteñas. En este caso, hubo al menos 40 casos, que se suman a los de colegios de la Provincia de Buenos Aires y establecimientos públicos como tribunales, comisarías de Policía, ministerios y secretarías; totalizando 120 casos con al menos 30 detenidos", dijo Miglino.
LOS DELITOS QUE SE COMETEN:
"En general se imputa a los responsables mayores de 16 años, pues los menores de esa edad son inimputables, del delito de Intimidación Pública o bien como en el caso de la azafata de Aerolíneas Argentinas; de Coacción Agravada. Con penas desde los 5 a los 10 años de prisión, según el ARTICULO 149 ter del Código Penal Argentino:
En el caso del último apartado del artículo anterior, la pena será:
1) De tres a seis años de prisión o reclusión si se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas;
2) De cinco a diez años de prisión o reclusión en los siguientes casos:
a) Si las amenazas tuvieren como propósito la obtención de alguna medida o concesión por parte de cualquier miembro de los poderes públicos;
b) Si las amenazas tuvieren como propósito el de compeler a una persona a hacer abandono del país, de una provincia o de los lugares de su residencia habitual o de trabajo. Es menester pensar en toda la cadena de responsabilidades que se generan a partir de lo que se cree una simple amenaza telefónica. Las consecuencias suelen ser graves, conllevando penas de prisión efectivas", concluyó Miglino.
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